¿Les pasa que en sus mentes empiezan a dudar sobre todo? Por ejemplo, estaba hablando con un amigo y de repente, dejó de responder, entonces empieza mi mente a crear toda una historia: “en realidad no es mi amigo, se está burlando de mí. Pero… si fue él en primer lugar quien pidió mi contacto y el que me empezó a escribir” (…)
También, a veces, siento que le caigo mal a todo el mundo, en el fondo no me soportan y tratan conmigo sólo por educación. Cuando recibo un cumplido nuevamente mi mente crea más “conspiraciones” contra mi. Es una lucha constante entre esos pensamientos.
Fuente: cosasdeintrovertidos (grupo de Facebook) con permiso del autor y adaptado.
Mi mente inmediatamente después de leer la publicación: ¡wow, esa soy yo! me identifico muchísimo contigo y es que, al menos una vez al día, tengo pensamientos de que le caigo mal a todo el mundo o que sienten pena por mi. Reconozco que cuando mencionaste lo de los cumplidos me hizo reír ya que me recordó a este meme 😂 :
Pero fuera bromas, este es un tema serio, que nos afecta a nuestro día a día y a la calidad de las relaciones que tenemos. Me gustaría así indagar un poco más en porqué nos sucede esto y cómo podemos poner freno a estos pensamientos contraproducentes.
Tu diálogo mental te dice que todo el mundo te odia
La voz buena y la voz mala
Hablas que tienes dos líneas de pensamiento o “conspiraciones”, por un lado, una voz te dice que todos te odian y que tan solo te hablan por educación, y por otro, la voz que te dice que no tiene sentido, que son ellos los que en realidad toman la iniciativa de hablarte. Pero esto no es nada por lo que preocuparse en un principio. Son muchos los intelectuales que se han referido a esas dos voces a lo largo de la historia, desde filósofos, terapeutas y psicólogos. Algunos se refieren a ella como tu “yo racional” y tu “yo irracional” o como la voz «buena» y la voz «mala».
En otras palabras: no eres tan raro como piensas. Según el psicólogo y científico Rusell Hurlburt una cuarta parte de nuestra vida la pasamos teniendo un discurso interior. La experiencia varía según el individuo, por ejemplo, una persona con ansiedad se caracteriza por un discurso interior más invasivo, basado en el miedo y que en el momento la persona lo siente como real.
La clave está en saber distinguir cuando estos pensamientos negativos están basados en una evidencia real y cuándo son tan solo distorsiones cognitivas.
Ansiedad social
La sensación de que todo el mundo te odia puede estar ligado a la ansiedad social, aunque no por ello significa que sufras de ella. La ansiedad o fobia social es una enfermedad caracterizada por la preocupación excesiva de ser evaluado negativamente y de causar una impresión indeseable en los demás.
Son personas que quieren ser vistas de cierta manera, pero al mismo tiempo carecen de confianza en su capacidad para producir la impresión deseada, experimentan ansiedad y miedo antes y durante situaciones sociales. Por ponerte un ejemplo, yo tengo ansiedad social leve (no siempre, sino en entornos donde no conozco a mucha gente) y cuando en el colegio me decían que tenía que hacer una presentación oral, de sólo pensarlo me ponía nerviosa.
A pesar de estas diferencias, el denominador común de las personas con fobia social es el miedo a causar una impresión negativa.
Distorsión cognitiva
Las distorsiones cognitivas son básicamente cuando tienes una cadena de pensamientos que no se basa en hechos reales sino en una alteración de la realidad.
«Todo el mundo está contra mí»
*tu pareja hace reír a otra persona*: «ya no me quiere, me va a ser infiel»
*sacas buena nota en un examen*: «tuve suerte, no me lo merezco»
Como puedes ver, hay muchos tipos de distorsiones cognitivas, polarización, sobre-generalización, personalización, descontar lo positivo, visión catastrófica etc
Piense en que esto es un ciclo: te sientes mal y empiezas a pensar negativamente, y como resultado solo te sentirás peor.
En otros casos, los sesgos cognitivos son esquemas que las personas usamos a lo largo de nuestras vidas sin siquiera darnos cuenta. Nuestras experiencias sociales en nuestra infancia influenciarán en gran parte la forma de ver el mundo. Además, las personas con baja autoestima también suelen caer en estas trampas mentales.
El tener distorsiones cognitivas es parte de la vida de todo el mundo, el problema es cuando forma parte de tu día a día y de todas tus interacciones sociales.
Efectivamente, todos te odian
No lo creo. Pero en este blog trato de ser objetiva y explorar las distintas posibilidades y aunque, por poco probable que sea, es posible. Como un ejercicio de desarrollo personal examínate a ti mismo y considera si estás haciendo algo que desencadene la reacción indeseada de otras personas:
¿dejas en visto a tu amigo con frecuencia?;
¿tardas tú mucho en contestar?;
¿es él el que siempre inicia las conversaciones? (te recomiendo que hagas esto cuando estés tranquilo y no basándote en «sensaciones», si es necesario comprobar en tu smartphone los mensajes, hazlo)
Cómo superar estos pensamientos
No es nada personal
Suceda lo que suceda a tu alrededor, no te lo tomes personalmente. Utilizando un ejemplo anterior, si te encuentro en la calle y te digo: “¡Eh, eres un estúpido!”, sin conocerte, no me refiero a ti, sino a mí. Si te lo tomas personalmente, tal vez te creas que eres un estúpido. Quizá te digas a ti mismo: “¿Cómo lo sabe? ¿Acaso es clarividente o es que todos pueden ver lo estúpido que soy?”.
Extraído de Los cuatro Acuerdos. Capítulo 2.
Aplicando lo anterior a la pregunta, cuando tu amigo comenzó a dejar de responder o responder algo más lento, hay miles de cosas que podrían haber pasado que no tienen nada que ver contigo. Quizás no le apetecía contestar,
Reversa la situación
Es un ejercicio asociado a lo anterior y es lo que más me ayuda. ¿Cuántas veces has hecho tu lo mismo a otras personas? ¿es por que te caían mal, o porque estabas en un mal momento?
En mi caso me di cuenta que el 70% de las veces que alguien me escribe les dejo en visto o leo el mensaje desde la barra de notificaciones por no tener que contestar al momento. ¿Por qué? si soy honesta la mayoría de las veces está relacionado conmigo misma y no con la persona que me escribe o me llama. No me apetece hablar con una determinada persona en esa momento y no quiere. Cuando lo hago, además, no soy consciente de que la otra persona está desesperada por recibir mi mensaje o poniéndose en el peor escenario posible. decir que la odie o me caiga mal, simplemente, no estoy de humor para tener interacciones sociales.
Si bien, no quiero ser ingenua, van a ver ocasiones en que el comportamiento de los demás sea un reflejo de cómo les caemos.
¡¡Estoicismo!!: no te centres en lo que no puedes cambiar
El estoicismo es una escuela filosófica que busca el vivir sin preocupaciones y el ser feliz. Para ello una de las cosas que nos enseña el estoicismo es a distinguir lo que podemos controlar de lo que no. Lo que no puedes controlar por lo tanto, no debe estresarte o ocupar tu energía.
¿Qué podemos controlar? El filósofo griego Epícteto sostiene que en realidad controlamos muy poco. No podemos hacer nada sobre lo que nos sucede, no podemos alterar lo que las personas que nos rodean dicen o hacen, y ni siquiera podemos controlar completamente nuestros cuerpos, pues envejecen, enferman y finalmente mueren sin tener en cuenta nuestras preferencias. Lo único que merece nuestra energía es el cómo nos sentimos sobre las situaciones y los juicios que hacemos sobre las opiniones de los demás. En este caso no puedes hacer nada si le caes bien a la gente o no, o lo que piensan de ti.
Algunas cosas están bajo nuestro control y otras no. Las cosas que tenemos bajo nuestro control son la opinión, la búsqueda, el deseo, la aversión y, en una palabra, cualesquiera que sean nuestras propias acciones. Las cosas que no están bajo nuestro control son el cuerpo, la propiedad, la reputación, el mando y, en una palabra, lo que no sean nuestras acciones.
¿Y qué hay bajo mi control?
Ya hemos visto que no puedes cambiar el cómo alguien te ve dentro de su cabeza, pero sí que puedes hacer algo que está en tu poder: preguntar. Probablemente estés pensando: «no van a ser sinceros conmigo”. Es cierto que el preguntar no quiere decir que la otra persona vaya a decirte lo que piensa de ti de verdad, pero al menos estás poniendo de tu parte por saber si es algo que has hecho y que puedes evitar.
Además, no hay nada negativo en ser vulnerables y expresar nuestras emociones:
“oye, he notado que últimamente tardas mucho en contestar, no quiero molestarte asi que, si necesitas algo o quieres quedar, llámame”
Es un ejemplo de cómo podemos comunicar lo que estamos sintiendo. Por un lado, indicamos nuestra preocupación (tardas mucho en contestar), por otro el cómo te sientes ( te estoy molestando ya que no contestas) y cómo puede la otra persona ponerle solución (si realmente te importo, llámame o comienza a iniciar tú las conversaciones).
Bueno, déjame saber si te ha ayudado esta respuesta. Es difícil darte un consejo más especifico a tu situación ya que no te conozco en profundidad, pero espero que esto al menos te haga saber que no eres raro, esos pensamientos los tienen muchas personas y está en ti frenarlos!
Y para despedirme de este post un meme😆 :
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