En este post me gustaría comenzar analizando alguna de las mentalidades que nos impiden hacer amigos de calidad a las personas introvertidas. Veremos también los mejores trucos para asegurar que no estamos auto-sabotearnos con nuestro lenguaje corporal, además de las mejores páginas webs para encontrar amigos.
A veces sentía como que no encajaba en mi grupo de amigos. Desde siempre me ha gustado ir a mi bola, y es por ello que, apenas participaba en los planes que organizaban. Nunca, en realidad, he elegido a mis amigos, sino que ellos me han elegido a mí. A menudo, no me interesaban los planes que hacían pero era incapaz de tomar la iniciativa y proponer planes yo misma.
INDICE
1.- Por qué tenemos pocos amigos
Los introvertidos valoramos el tener tiempo para nosotros mismos, es algo que nos aporta energía, y que por tanto, priorizamos.
Aunque nos pueda gustar una buena fiesta, una tarde con los colegas y conocer a nuevas personas, a la misma vez, nos cansa. A pesar de haber pasado un buen rato, cuando llegamos a casa nos sentimos aliviados y es posible que pasen varios días hasta que decidamos salir de nuevo.
En mi caso, lo que me ocurre es que siempre estoy pensando en el coste de oportunidad de salir. Debido a que aprecio tanto el estar en mi casa tranquila, cada vez que salgo pienso en lo me estoy perdiendo por estar fuera: ya sea dinero, tiempo o energía.
No es que sea una amargada, ni mucho menos, pero está en mi naturaleza el hacer eso.
Esta es una de las razones que me llevan a tener un grupo social muy reducido. Es una especie de círculo vicioso: cuanto menos salgo, menos conozco a gente, más pereza me da salir, mayores serán las posibilidades de aburrirme cuando decido salir y mayor será el coste de oportunidad.
Aparte de lo anterior, a los introvertidos nos cuesta más abrirnos a las personas que no conocemos. Necesitamos tener una conexión para querer contarles detalles sobre nuestra infancia, nuestros problemas y futuros proyectos. Esto puede ser interpretado por otras personas como una personalidad fría y sosa, aunque en realidad tenemos una gran profundidad y mucho por ofrecer.
Hazte una pregunta: ¿Qué tipo de amistad buscas?
Si estás leyendo este post es probable que no tengas amigos o consideres que los que tienes no lo son en realidad. El tener amigos es algo muy importante aunque seamos personas introvertidas. Todos necesitamos pertenecer a un grupo con el que de vez en cuando quejaros o compartir nuestras alegrías, al fin y al cabo, somos seres sociales.
Con cada cosa que me propongo intento establecer objetivos y tener claras las razones. Pues como en todo en la vida va a haber momentos en los que te dé pereza tomar determinadas acciones Es por ello importante que antes de leer esta entrada sepas qué vas buscando. Tenemos normalmente muchos tipos de amigos: del trabajo, para salir de fiesta, casuales o amigos que ves todos los días.
Quiero empezar diciendo esto ya que no todas las personas son las indicadas para lo anterior. Hay gente con la que te lo podrás pasar genial en una noche loca, pero que después sabes que no estarán ahí para tomarte un café y hablar de lo que habéis hecho en la semana. Para no decepcionarse es importante tener en cuenta lo anterior.
Una vez que sepas qué tipo de amistad buscas te será más fácil saber dónde encontrarla.
Ahora que sabes qué tipo de amistad estás buscando es hora de pasar a la acción.
a) Hacer amigos con tus compañeros de trabajo o universidad.
He metido trabajo y universidad en una misma categoría a la hora de relacionarnos porque ambos tienen ciertos factores en común: acudimos a ello de manera “obligada”. A diferencia de clases de yoga o de ir a tomar un café, las personas a las que ves en el trabajo o universidad no las puedes elegir ni dejar de ver.
En mi anterior trabajo no lograba conectar con mis compañeros hasta que comencé a observar mis comportamientos contraproducentes. No me gustaba mi trabajo por lo que llegaba la mayoría de las veces justísima de tiempo y cuando ya todo el mundo se encontraba en sus respectivos escritorios. Saludaba a mis compañeros con una forzada sonrisa y me sentaba a trabajar.
A la hora de la salida, muchas veces fingía tener más trabajo para quedarme un rato más y así no coincidir mis compañeros. Y después me preguntaba cómo era posible que no tuviese conexión con ellos, ¿no es obvio?
Lo que recomiendo es hacer justo lo contrario a lo que yo hacía. Primeramente, no ayuda el acudir a un sitio en el que pretendes llevarte mejor con la gente de mal humor. Eso se notará en las vibraciones que transmites y en tu nivel de confort en ese ambiente.
Por lo tanto, si es necesario, comienza a despertarte antes y asegurarte de que llegas cuando todo el mundo está llegando. De esta manera comenzarás a forzar las micro-conversaciones. Estas son conversaciones que entablas con personas mientras se enciende el ordenador, mientras que llega el jefe o el profesor o resto de compañeros. Son conversaciones que el que llega el último jamás tiene porque no hay tiempo para ello.
Así, comenzarás a tener conversaciones de 1 a 1, algo que a los introvertidos nos suele gustar pues podemos llegar a hablar de cosas realmente profundas aunque sea por unos minutos.
A la hora de la salida sé natural. Es normal que la gente se vaya del trabajo de manera apresurada y deseando llegar a casa, así que no te pido que te quedes despidiendote de todos tus compañeros. Pero sí que podrías enterarte de quién vive cerca de ti y comenzar a compartir el coche o el camino a pie. Sé que da pereza, sé que prefieres andar solo metido en tus pensamientos o escuchando música. Pero recuerda que tu prioridad es comenzar a llevarte mejor y conocer a tus compañeros!
Nota: estos dos consejos son superpoderosos. Una vez que comienzas a tener estas micro-conversaciones las conexiones salen solas. Quizás descubres que tu compañero va al mismo gym que tú y comenzáis a ir juntos. ¡Nunca se sabe la de cosas en común que tienes con alguien hasta que habláis!
2.- Tu lenguaje corporal es esencial
Es normal que cuando te encuentras rodeado de personas que no conoces te sientas incómodo. Sin embargo, es importante que no transmitas esta incomodidad ya que de manera inmediata las personas con las que estás interactuando lo percibirán.
✅ No cruces los brazos, mantén una postura corporal abierta.
Cuando cruzamos nuestras piernas y brazos de manera inconsciente estamos adoptando una postura defensiva y cerrada. En cambio cuando estamos con una postura relajada y abierta transmitimos más “apertura” hacia los demás.
Otro truco es que posiciones tus pies en la dirección de la persona que está hablando. Si es una conversación grupal, entonces hacia la persona que quieras hacer sentir más importante. No se trata que des la espalda a nadie, pero si es una forma sutil de hacer saber a una persona que tienes cierto interés por ella.
✅ No sonrías inmediatamente ni te rías de todo.
Recuerdo cuando mi hermana nos introdujo a su novio por primera vez a mi familia. Es una situación bastante incómoda para él ya que está siendo juzgado sobre si merece la pena estar con mi hermana o no. Además, sabe que todos estamos de parte de mi hermana. Por estas razones, mi cuñado estaba muy nervioso, y yo como buena introvertida, me dedicaba a observar mientras él hablaba con mis padres y hermana. Tenía una postura cerrada y con sus manos rompía una de las servilletas de la mesa. A la misma vez, no paraba de sonreír y de reír en cada oportunidad que tenía.
Más tarde, le pregunté a mi madre qué le había parecido, a lo que me respondió “No sé, parece buena persona pero, a la misma vez, un poco falso, como si escondiera algo”
Considero que una de las razones por la que en un principio percibimos a la gente así es cuando son demasiado “buenos”. Es algo que yo tiendo a hacer también; cuando no sé que decir, a veces, río cualquier comentario de alguien por sentirme así más parte del grupo. Mientras que nuestro objetivo es “caer bien” a la larga puede que causemos el efecto contrario.
Leil Lowndes da precisamente en su libro 92 trucos para hablar con cualquiera un consejo relacionado con esto. Según este autor, cuando tardamos unos segundo más en sonreír parecemos más naturales y honestos, esto se debe a que lo normal es que primero recapacites sobre la persona que estás viendo, la reconozcas, y entonces sonrías.
✅ ¿No sabes qué hacer con tus manos?
Lo entiendo, pero deja el móvil en el bolsillo! Si vas a un evento en el que no conoces a nadie y mantienes tu cabeza agachada mirando el móvil es como si tuvieras un cartel diciendo “no me hables, déjame en paz” y por lo tanto, la gente hará eso.
Entiendo que tú nerviosismo te lleve a no saber qué hacer con tu cuerpo o a dónde mirar. Es por ello que te doy el consejo que da Vanesa Van Edwards: coge una bebida, ya sea un café o una botella de agua, y mantenla en tus manos. Esto te ayudará a calmar tu ansiedad de no saber qué hacer con tus manos sin impedir que la gente pueda entablar una conversación contigo.
3.- Las mejores páginas para hacer amigos siendo introvertido
Meetup
Es una página web en la que cualquier persona puede crear un evento sobre una actividad, y gente interesada puede apuntarse como asistentes. Si tienes determinados hobbies puedes encontrar a gente que los comparta y comenzar a relacionarte. Lo mejor de esta página web es que es muy corriente que la gente acuda sola, y por lo tanto todos están más abiertos a hacer amistades.
Hay todo tipo de eventos tan específicos como para aprender a hablar en público o para hacer amigos. Si lo prefieres también puedes clasificarlos por hobbies.
Grupos de Facebook
Facebook es una red social en la que puedes hacer de todo, desde mantener el contacto con tus viejos amigos hasta vender un mueble. Pero además, debes recordar que existen millones de grupos en esta red social para todo tipo de personas. De nuevo, la idea es igual a la aplicación anterior: piensa en algo que te guste hacer en tu tiempo libre; busca un grupo relacionado con ello y empieza a conocer gente y hacer amistades.
Otras aplicaciones por el estilo son:
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