Hoy quería hacer un post un tanto distinto. Hace unas semanas os pregunté en Instagram sobre vuestras experiencias como personas con ansiedad social, y la verdad que me contasteis experiencias con las que yo me he identificado en el pasado. Me ha salido un post un tanto pesimista, pero al fin y al cabo, la ansiedad social a diferencia de la introversión, sí es un problema e irá haciéndose más grande si no hacemos nada al respecto.
Espero que este artículo pueda ayudarte a identificar si tienes ansiedad social y en qué grado te afecta (cuanto más te identifiques con las anécdotas mayor será) y porqué es necesario que tomes una decisión sobre cómo reducirla y deshacerte de ella.
INDICE
Cuando ir a una fiesta es una pesadilla
Mi amigo me insistió en que acudiera a una fiesta. A pesar de que él era el único al que conocía, acepté ya que «necesito ser más sociable». A medida que salgo del coche para llegar al evento todo empieza: puedo sentir mariposas en mi estómago que lentamente se transforman en náuseas reales. Mi ropa de repente se siente demasiado apretada y parece que no puedo caminar. Al ver la casa donde se hospeda la fiesta, empiezo a sudar y me pregunto si tendré que ir al baño de inmediato. Empiezo a temblar y mis dedos comienzan a entumecerse. Cuando me acerco a la puerta empiezo a tener visión de túnel y necesito vomitar.
Me doy la vuelta y me voy a casa. En el momento en que estoy solo en casa estoy completamente bien. Ese es mi primer recuerdo de muchos de cómo mi trastorno de ansiedad me hizo dejar de socializar.
Abandoné mis sueños
La ansiedad social también mató cualquier forma de ambición en mí, porque siempre tengo miedo de parecer estúpido o tonto, simplemente hui de mis sueños debajo porque es lo más fácil de hacer. No atreverme a correr ningún riesgo por este miedo a parecer estúpido es probablemente lo que me está matando mentalmente.
Entiendo a este usuario perfectamente. En mi caso me di cuenta de que acababa yendo de trabajo en trabajo culpando a las precarias condiciones laborales cuando en realidad era mi ansiedad social la que me estaba haciendo «huir» de mi trabajo. Es importante que seas sincero contigo mismo: anota en un diario qué cosas harías si por un momento no tuvieras ansiedad social. Esa será tu motivación para ir a terapia, salir de tu zona de confort progresivamente y enfrentarte a tus miedos. La otra opción es renunciar a todo eso y más.
Soy incapaz de tener una pareja
Tener una novia es inimaginable, ni en mi sueño más loco podría siquiera pensar en besar a una chica, tomarla de la mano, hacer el amor. Prefiero pelear con un gorila con mis propias manos que tener una pequeña charla con una mujer.
Lo extraño es que soy un joven bastante guapo, lo que significa que tarde o temprano comenzaría a atraer la atención de las mujeres sólo por mi apariencia. Obviamente aumenta mi confianza, pero no lo suficiente como para atreverme a acercarme a ellas. En la escuela secundaria, las chicas solían etiquetarme como sexy, inocente, o misterioso. Se sentaban a mi lado y esperaban que les hablara, pero estar cerca de una chica me pone nervioso, empiezo a sonrojarme y mis manos comienzan a temblar incontrolablemente.
Es como tener una relación tóxica contigo mismo.
Es como tener un monstruo que vive en tu mente. Lo primero que escuchas al levantarte y al acostarte. Dudas sobre ti mismo y todo lo que haces. Te sientes encarcelado y se ríe de ti.
Es una voz que te dice que no eres interesante y que no le importas a nadie. Es como estar en una relación tóxica contigo mismo. Es vivir en miedo constante de decir la cosa equivocada, y cuando la dices la recordarás todo el día.
Al final esto hace que te quieras quedar siempre en casa, que dejes de contestar el teléfono y que siempre pongas una excusa para no salir de casa. Terminas comprando cosas online simplemente por no tener que ir al supermercado e interactuar con gente.
Es como tener un monstruo que vive en tu mente. Lo primero que escuchas al levantarte y al acostarte. Dudas sobre ti mismo y todo lo que haces. Te sientes encarcelado y se ríe de ti.
Es una voz que te dice que no eres interesante y que no le importas a nadie. Es como estar en una relación tóxica contigo mismo. Es vivir en miedo constante de decir la cosa equivocada, y cuando la dices la recordarás todo el día.
Al final esto hace que te quieras quedar siempre en casa, que dejes de contestar el teléfono y que siempre pongas una excusa para no salir de casa. Terminas comprando cosas online simplemente por no tener que ir al supermercado e interactuar con gente.
Creer que todo gira en torno a ti
Digamos que me acabo de subir al metro. Me doy cuenta de que todo el mundo me está mirando. Detrás mía hay dos personas que hablan entre sí, y por supuesto, están hablando sobre mi. Comienzo a sudar un poco hasta que encuentro un hueco.
Dios mío, ¿qué es ese olor? Hay una persona de aspecto desaliñado sentada frente a mi. Oh no, el resto del vagón creerá que soy yo. Ya sé… bajaré una parada antes y caminaré hasta allí; Me levanto para prepararme; todos siguen mirándome. ¿Sigo sudando todavía? ¿Tendré mojada la parte de atrás de mi camisa? ¿Están hablando de eso?
Me bajo del autobús hacia una brisa fresca y me calmo. Entonces me doy cuenta de que dos chicas me sonríen. No, se están riendo de mí. ¿Es porque me veo raro o mi ropa es un desastre?
Todos estos son los pensamientos de una persona con ansiedad social…
No poder aceptar un cumplido
No poder aceptar un cumplido. Incluso si es un cumplido honesto, de alguna manera crees que están exagerando un poco porque sabes que no eres tan guapo/tan hábil como/tan divertido como… dicen que eres.
Tener miedo de expresar tus opiniones en voz alta porque crees que no estás lo suficientemente calificado para hablar de ello. O simplemente miedo de que alguien se ría de tus sugerencias en un entorno grupal.
Cuando estás hablando con alguien, empiezas a imaginar cómo se ve tu cara o cuánto se mueve tu boca mientras mantienes la conversación.
Empiezas a murmurar tus palabras cuando hablas con la gente porque tu ansiedad te obliga a pensar 10 veces más rápido de lo que puedes hablar. Esto también conduce a pensamientos/frases mal formulados… lo que termina haciéndote sonar menos intelectual de lo que realmente eres.
Crees leer la mente de las otras personas
Es como vivir fuera de tu cuerpo. Me veo a través de los ojos de los que me rodean. Si hablo pienso que les estoy aburriendo y que se quieren ir, y si no hablo pienso que creen que no estoy interesado en lo que me están diciendo. Me emparanoio pensando en si lo que pensaban de mi antes de conocerme es mejor o peor una vez que he hablado con ellos. Realizo un seguimiento mental de lo que podrían haber visto de mi anteriormente para estimar lo que piensan de usted en ese momento. Combinas cómo crees que te ves con lo que crees que la gente que te rodea hace de ti.
Al final del día acabo exhausto, pero aún no ha terminado. Ahora toca recordar todos los momentos de interacciones, reproducirlos repetidamente tratando de estimar lo que alguien pensó y cómo podría actuar en el futuro debido a eso. Creo escenarios mentales a situaciones que probablemente nunca ocurrirán.
¿Te identificas con las historias anteriores? Déjanos saber a todos si tienes ansiedad social y qué estrategias tienes para reducirla!! aprendamos de todos 🙂
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